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martes, 27 de julio de 2010

La codicia

Bonito el artículo de El País, creo que de Borja Vilaseca (he de confirmar lo, si me he equivocado dímelo),  acerca de la codicia http://www.elpais.com/articulo/portada/Anatomia/codicia/elpepusoceps/20100606elpepspor_6/Tes

¿Has leído la fábula final de los pescadores? Nada más leerla pensé: que errónea es. No deja de ser un bonito ideal que ójala fuese realidad. Lo que ocurriría en verdad sería:

Había un lejano pueblo cuyos habitantes vivían de lo que les ofrecía la naturaleza. Había una comunidad de pescadores que todas las mañanas salían a pescar y siempre regresaban a puerto donde vendían parte de su siempre nutrida mercancía. Sus métodos de pesca eran tradicionales y la pesca nunca les había faltado. El dinero obtenido de la venta de sus capturas servía para comprar en el mercado de los agricultores cuanta verdura  y fruta fresca les era necesaria

Un experto económico, licenciado en Harvard, con varios cursos en prestigiosas escuelas de negocio de España y con un coach personal que le ayudaba en su crecimiento íntimo, llegó al pueblo de vacaciones. Este hombre de mente ágil e inquieta rápidamente vio cuan atrasados estaban los pescadores del lugar en sus métodos de pesca y calculó el potencial de capturas posibles a medio plazo. Con los datos que obtuvo  pensó no mucho tiempo y convirtió su ocio en negocio para montar una asesoría y adiestrar a los pescadores en el uso de los artefactos más modernos, ergonómicos y productivos de la industria de la pesca. Montó una empresa de logística para traer todas estas mercancías al pueblo y llevar las capturas a las grandes ciudades y otros pueblos.

El licenciado en Harvard, con varios cursos en prestigiosas escuelas de negocio de España organizó una empresa de marketing para difundir las bondades del progreso y la economía de mercado y de la nueva era que nos había tocado vivir en la que todo era posible.. casas, coches, lujos... todo al alcance de la mano a poco que uno fuese inteligente y audaz. Igualmente fue montando otra serie de sociedades mercantiles que en este momento no voy a describir salvo una: organizó una empresa de crecimiento personal contratando a varios coach dirigida a gente bien y con dinero.

Así pues, fue convenciendo a los pescadores de las posibilidades que tenían en el empleo masivo de las nuevas artes de pesca: cuantas capturas podrían realizar al día, precio mercado actual de las capturas, inversiones necesarias , retornos, beneficios...mercado... en fin, la mitad se entendían, al menos lo que estaba relacionado con ganar dinero para tener prestigio, coche, casa grande...la otra mitad apenas se entendía.

Solo algunos pescadores se convencieron al principio y pidieron préstamos a la banca comercial que creo el licenciado en Harvard con varios títulos de escuelas de negocio de España, cuya sucursal estaba en la plaza del pueblo, a un interés del euribor más un diferencial  del 1.75. Los artefactos de pesca fueron a comprarlos a la tienda de aparejos y artes de pesca que estaba al lado de la sucursal bancaria, también puesta por el licenciado en Harvard con varios títulos de escuelas de negocio de España.

Así que algunos pescadores empezaron su antigua actividad con métodos nuevos, vendiendo sus capturas a la empresa distribuidora de pescado del licenciado en Harvard con varios títulos de escuelas de negocio de España. La empresa distribuidora de pescado establecía el precio bajándolo a un 70% del que era antes de que se revolucionasen los métodos de pesca en el pueblo, pero no importaban por que se capturaba un 600% más de pescado y los pocos pescadores que aplicaron las nuevas artes de pesca obtenían, dado el gran número de capturas, un beneficio enorme.

Como estos pescadores se hicieron ricos, empezaron a acudir al centro de crecimiento personal y contrataron a coachs personales para que les ayudasen en su crecimiento personal. Como el dinero les sobraba, compraban mucho y, como se saciaban, también tiraban mucho: muchos restos de alimento;  el aceite de los cambios de aceite que  fue ensuciando el mar; los manguitos de los cambios de manguitos  de los coches y que fueron fueron ensuciando la playa; etc.

Los pescadores que no se habían subido al progreso obtenían ahora unos beneficios un 70% inferiores, con lo que tenían que trabajar 300% más. La opción para algunos fue adoptar los nuevos métodos de pesca, con lo que fueron al banco, a la nueva sucursal que había abierto en el barrio de los pescadores. Se endeudaron al euribor que estaba más bajo y a un diferencial del 2, 0.75 más que aquellos primeros compañeros que habían adoptado antes que ellos el progreso. Pero estos pescadores que se habína subido tarde al progreso les costaba más pescar, por que la pesca ahora no se encontraba en bajura. el mar estaba contaminado y extenuado: las pocas capturas que se realizaban no eran aptas para el consumo humano por los altos niveles de tóxico que contenían y la agencia de vigilancia de la salud no permitía su comercialización ni el consumo propio.

Los barcos ahora eran potentes, pero más caro. Eran lo que se necesitaba para hacer largas expediciones hasta donde se encontraban los caladeros más nutridos. Estas nuevas embarcaciones necesitaban de una tripulación de más hombres.

Aquellos que no se subieron al carro del progreso en la primera oportunidad ni en la segunda,   ya no podían adquirir créditos para comprar los nuevos y modernos artefactos de pesca: eran más caros por que la pesca era más dificil de conseguir. Algunos se enrolaron en los barcos de los cuales eran patronos los primeros pescadores que sí se habían subido al carro del progreso, y en los más modestos de aquellos que se subieron en la segunda oportunidad al tren del pogreso perpetuo. 

Las modernas artes de pesca eran áltamente productivas, por cada pescador el número de capturas era de 200 veces más. No todos los pescadores qeu no se subieron al tren de porgreso encontraron trabajo y, los que no lo encontraron, no pudieron seguir con sus actividades tradicionales por que la pesca se había agotado: ahora hacían falta potentes barcos pesqueros que permitiesen navegar muchas millas mar adentro para encontrar los productos del mas. El paro en el pueblo degenero en pobreza hambre, desesperación y delincuencia. No había trabajo para todos, no había forma de crearlo. No obstante la riqueza llegó al pueblo, se multiplicó por 1000, unos se hicieron ricos, otros más ricos, y uno se hizo riquísimo: el licenciado en Harvard con varios títulos de escuelas de negocio de España. Todos tenían un coach y sus coches contaminaban con sus aceites y sus manguitos la playa del pueblo matando en las millas cercanas la vida marina o alterando lo niveles toxinas haciendo la pesca de bajura no apta para consumo humano.

Así pues, los que no podían pescar en bajura y no se subieron al progreso, unos estaban en el paro y otros trabajaban a destajo enrolados en barcos qeu zarpaban rumbo a lejanos caladeros durante varios días...

Aquí dejo mi propia fábula, continúala tú si quieres por que da para mucho más. A mí me reclaman otras responbsabilidades ahora mismo, ya coregiré los escrito, adios.

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