Escrito originalmente el 1 del 10 del 2010 y dejado en un cajón:
Farolas de luces amarillas desdoblando en cuatro mi figura proyectada sobre los adoquines. El aire roza mi cara y mis brazos, entra profundamente en mis pulmones atrapando el tiempo y soltando la pena y la tristeza.
Nostalgia de la infancia, corriendo por descampados, despreocupado, yendo a la casa a cenar. Recuerdos de color sepia, en blanco y negro, húmedos por tantas lluvias de tantos años que se van por la escorrentía arrastrados por la corriente de un tiempo incesante, mortal y atroz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario