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jueves, 5 de abril de 2012

El mercado

Anoche caí en éxtasis, vino el mercado a verme, a mí, ¡mercado mío!

Tantas cosas pasan en las que no reparamos como mentiras nos tragamos. Lo que no está bajo los focos de los medios de comunicación no existe.

Uno de los negocios más pujantes y que más dinero mueve es el de venta de armas, del que España no es país ajeno. Mercado oscuro dónde es difícil saber qué se vende y a qué país y dónde los intermediados de este negocio, conocedores de las partes oscuras de la ley, aseguran que las armas lleguen hasta dónde no deberían de llegar. Ésta noticia la escuché el otro día en Radio 5.

La producción y tráfico de drogas es un negocio ilegal. Las armas o las bebidas alcohólicas son negocios tradicionales y por tanto, respetables. La droga se asocia más con asesinos, sicarios y camellos drogadictos, aquello que socialmente genera más miedo. El alcohol es una droga socialmente admitida que causa estragos, se puede fabricar y comercializar sin problemas, es una actividad comercialmente rentable. Ahora un pueblo quiere cultivar marihuana, no más dañina que el alcohol, las autoridades públicas se lo prohiben, no sé que miedos tendrán para hacer esto por que ni sicarios ni camellos, solo es gente que quiere salir del paro con una actividad al menos tan dañina como es el tráfico de alcohol y nucho nenos dañino que el tráfico de armas. Pero no es problema del fabricante el uso que se hace de las armas, ¿verdad o mentira? ¿Se aplicarán argumentos similares a la fabricación de alcohol y drogas o usamos distintos raseros?
Grandes consorcios bancario-financieros sin ningún control y con total connivencia con las autoridades pueden hundir los mercados, pero en un pueblo Español no se permite cultivar maría. A unos los reafirman en sus cargos o les dan indemnizaciones millonarias aún a pesar de la estafa monumental montada, a los segundos los meten en la cárcel. Los primeros tienen dinero para bañarse en él y después abrir el tapón para que se vaya por el desagüe, varias mansiones, coches de lujo... los segundos no llegan a fin de mes y algunos están en paro.

Unos, muy listos, llaman ingeniería financiera al engaño creado para vender bonos basura, que no eran más que hipotecas compradas a la entidades hipotecarias, a los fondos de pensión que pensaban que era inversión segura al ver que Standar&Poor, Fitsch y otras los clasificaban como producto AAA o AA+, otros tan solo solo quieren subsistir. En el mundo hay dos tipos de personas: los que trabajan, crean riqueza y los que rapiñan y la roban. Asistimos como a los rapiñadores los entronizamos en el reino del mercado, los que hacen avanzar el mundo ven reducido su sueldo.

La democracia se ha convertido en plutocracia, el que tiene dinero gobierna o decide quién gobierna o cómo gobierna. La cosa pública, res-publica, está sometida a algo tan abstracto como el mercado, dios de la era moderna, tras el que se esconden sus sacerdotes: economistas en la élite, abogados o políticos al servicio de sí mismos que transforman el sistema democrático bajo la mentira y el miedo.

Leer a Rouco Varela decir que la violación no es un delito me hace fantasear con la idea de que éste hombre quiere que le sodomicen de imprevisto. No debe de parecerle mal si afirma que no es delito. Una buena sodomía sería que le dejasen sin subvenciones, de esta forma le contentaríamos a él y también a las maltrechas finanzas estatales. Ahora que vivimos tantas convulsiones económicas y se recorta en educación, ciencia, etc, ¿cómo puede ser que aún no se recorte a la iglesia? No veo cómo hacer una financiación a una secta nos va a sacar de este embrollo, pero sí veo sentido en invertir más en crear programas de investigación, desarrollo, innovación y comercialización. Espero, dado que cuidamos tanto a los mercados y a dios que éstos nos libren de la crisis. Pero que quieres que te diga, soy un ser vulgar que solo ve hasta donde alcanza la vista, ni a dios ni a los mercados los veo, aunque no dejan de hacerse sentir: ambos nos quitan los dineros y ninguno nos deja prosperar. Al mercado rogando, y con el mazo dando: debería de reducirse las subvenciones a la iglesia y destinarla a programas de investigación e incentivar la creación de empresa innovativas, más educación.

Nos empobrecemos y nos hacemos débiles ante los poderes, nos venderemos por un plato de lentejas cuando ya no tengamos para comer, nos venderemos con la ilusión de que ascenderemos aunque sólo sea un poquito en la escala social de la plutocracia. Al menos, no por ahora, no nos hipotecáremos para comprar un coche y aparentar lo que no somos

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